viernes, 20 de marzo de 2009
Fulop hizo acrobacias en el desfile
La venezolana fue la gran figura del show de ropa interior que se quedó sin Bolocco pero donde la actriz partió haciendo piruetas elevada sobre el escenario, siguió con bikini y alas doradas realizando sensuales pasos y terminó de lady forrada en Armani.
Dio vueltas y vueltas mortales con un corset blanco, medias negras y una cola de metros de tul. Y a Catherine Fulop no se le movía ni la sonrisa ni el peinado con cola postiza mientras de un brinco se ponía un arnés, lo sujetaba a su cintura y era elevada sobre el escenario para que la diva hiciera piruetas y acrobacias como "la Princeca Hanuka del Reino de Siam", el personaje que con sus pestañas largas y figura casi imposible a sus 43 años realizó anoche en el show de ropa interior Caffarena Glam. El mismo que se quedó sin Bolocco pero donde la venezolana reinó, incluso bailando la danza árabe y terminó de dama forrada en Armani, con un traje ceñido y lanzando besos al aire sobre la pasarela.
Y desde Eli de Caso a Juanito Yarur mucho más flaco y tenida de dandy llegaron a la terraza del Espacio Kennedy, frente al Parque Arauco. Tras una espera de más de una hora comenzó el show, una "fantasía" de modelos en ropa interior. Un escuadrón de geishas en baby doll y taco alto, tangas de encaje, pantaletas de seda, bikinis con mostacilla, mínimos "colaless" cubiertos con pareos transparentes o chales de tul y lentejuelas, medias bordadas, atrevidas bombachas, sandalias de taco plateado o camisolas que apenas cubrían algo.
Amazonas de la moda como Pilar Jarpa o Renata Ruiz caminaban con la cara pálida y la boca rojísima, moños enormes y alas brillantes. Moviendo sus abanicos y con sombreros con ramas pegadas, tipo florero o fuente para la ensalada. También hubo acróbatas profesionales, bailarines tailandeses, samuráis peleándose sobre la pasarela y demostraciones de danzas típicas. Porque la idea era que esta princesa, Fulop, viajaba por al menos tres países: Japón, Tailandia y Marruecos. Y para cada territorio cambiaba el ambiente, lo que resultaba un poco latero para los asistentes que recuperaban el interés con las maniquís y con la invitada de honor.
Dorada
La reina del Festival de Viña entró enjoyada con cristales, mucho maquillaje y la mirada altiva. Y colgada del arnés hizo gestos y movimientos en las alturas. La hicieron girar en círculos. Hasta que bajó y caminó saludando, a pesar de que al principio pocos la reconocieron.
Pero volvió. Dorada entera. Como una musa persa. Con alones de tela. Danzó. Se puso más atrevida y efectuó pasos árabes mientras los flashes caían sobre ella. La última aparición fue para el cierre, cuando el espectáculo llevaba más de media hora y los organizadores apuraban el paso. Para el saludo final Fulop se puso el vestido de alta costura de Giorgio Armani que escogió en la boutique de Sarika Rodrik -la misma que hizo el look italiano de Soledad Onetto en el Festival-. Y mientras la polola del tenista Nicolás Massú, la brasileña Dayane Mello, bailaba en su últimos minutos sobre la pasarela, a la actriz de Abigaíl le lanzaban rosas rojas y recibía los aplausos con sus gestos emocionados
Fuente: Cristián Farías